Desde el cambio de patrón al frente de Microsoft, Satya Nadella cumple exitosamente su propias palabras: "Nuestra industria no respeta la tradición, solo respeta la innovación".
Está claro que la perseverancia es la clave del éxito, aún sin ser demasiado talentoso. Además, si esas dos características las unes con unos grandes recursos, la vitalidad para conseguir sobrevivir - empresarialmente hablando - es infinita.
Y esta es la clave del éxito de Microsoft desde su creación, en 1975, cuando Bill Gates y Paul Allen se conocieron por su afición a programar la computadora PDP-10 de DEC. Los intérpretes de Basic para la programación de ordenadores personales y los compiladores de FORTRAN y COBOL fueron sus primeros éxitos. Esos éxitos han continuado hasta el día de hoy.
Personalmente debo agradecer a Microsoft la tremenda implicación (obviamente interesada) en la introducción del ordenador personal en las empresas y, posteriormente, los hogares.En particular, la programación en un lenguaje interpretado como el Visual Basic, me ha permitido ganarme la vida desde el principio como desarrollador. En sus orígenes, este entorno de programación estaba mal visto por parte de la comunidad técnica. Básicamente por ser un lenguaje interpretado. Es decir el código del programa no se traduce a código máquina, como los compiladores tradicionales. Esto le daba una desventaja enorme respecto al rey, el lenguaje C (con todas sus variantes y/o evoluciones).
Evidentemente es cierto que los lenguajes compilados permiten una mejor optimización del hardware, pero actualmente todos los entornos de programación Web son interpretados: PHP, Python y Ruby.
En plena transición de aplicaciones de escritorio hacia la nube, Microsoft permite a su comunidad desarrolladora utilizar el entorno de programación Visual Studio 2015 - o el 2017 que está a punto de salir - de manera gratuita. Sólo si se usa el entorno de programación Community, que tiene ciertas limitaciones. Un gran acierto para introducir a las comunidades de desarrolladores el potente entorno gráfico de programación de código libre totalmente gratuito.
También al comprar Xamarin, si lo acaban integrando en el entorno de programación Visual Studio, desarrollos realizados en C# se pueden exportar a Android, IOS o Windows 10. Es decir, permite a la comunidad crear verdadero software multiplataforma programando una sola vez.
El Surface mejora sus características técnicas, también aumentan los suculentos beneficios que dejan sus ventas en las arcas de Microsoft. XBOX y los smartphones caen en cifra de negocio, pero aumentan considerablemente las ventas de sus productos y servicios en la nube (Azure). Office 365 también aumenta sus suscripciones.
En un futuro no muy lejano piensan ofrecernos un Sistema Operativo que nos saque del teclado, ratón y pantalla. Mediante hologramas, podremos interactuar con el ordenador tal y cómo hemos visto en algunas películas futuristas. Quién sabe si el ordenador estará distribuido por todas las estancias de nuestra casa. Las ventanas de nuestro Windows nos seguirán por toda nuestra casa y oficina. Inicialmente con un hardware asociado a nuestra cabeza (Hololens la evolución de Kinect), generando imágenes tridimensionales alrededor nuestro, nos permitirá seleccionar, maximizar, hablar, dirigir un cursor...en definitiva gestionar nuestro Sistema Operativo o asistente personal.
Y para que la creatividad no termine nunca, en el edificio 87 dentro del campus en Redmon (Washington), tiene Microsoft su fábrica secreta de sueños. Los investigadores tienen el hábitat adecuado para poder hacer las mejores pruebas con sus grandes ideas. Es donde se diseñó el Surface y control para la consola XBox.
Inteligentes movimientos los que Nadella está haciendo en su gestión, para poder seguir con la vitalidad de antaño y poder encarar el futuro con gran energía.
La cita:
“A veces no es cuestión de tener nuevas ideas, sino de dejar de tener ideas de las antiguas” – Edwin Land de Polaroid.